
Carlos Herrera
Desarrolladores, financieros y expertos en vivienda explican que Línea III ofrece la posibilidad a los derechohabientes de adquirir una vivienda digna a un precio justo y con tasas más bajas que las que aplican los bancos, lo cual repercute en una mejor calidad de vida para los trabajadores.
Especialistas coinciden en que Línea III está ayudando a reducir el rezago habitacional que existe en México en el segmento de vivienda de interés social. Explican que la razón es porque los desarrolladores ya no construyen este tipo de viviendas, aunque tengan los terrenos para ello. Sin embargo, son estas viviendas de bajo costo a las que puede tener acceso un trabajador de bajos ingresos.
Y es que, en la actualidad, los desarrolladores prefieren ‘brincar’ al siguiente segmento debido a que los márgenes de ganancias que deja la vivienda de interés social (que está en un rango de entre 350 mil y 600 mil pesos) son muy reducidos y no les representa negocio. Lo que se aduce, por ejemplo, es que para una vivienda de 400 mil pesos, el margen de utilidad es de apenas 40 mil; por lo tanto, se tienen que hacer muchas viviendas para que un proyecto sea rentable, pero entre más vivienda construyen, mayor es el riesgo financiero, argumentan.
El reciente “Estudio de mercado y análisis estratégico”, de la consultora inmobiliaria Tinsa, deja ver el impacto del poco interés de los desarrolladores e instituciones financieras de cubrir la demanda de vivienda de la población de menos recursos. Mientras que en 2018 se entregaron 113 mil créditos, en 2021 sólo se asignaron 71 mil, registrándose una caída del 60% en la colocación de vivienda (la de interés social lo hizo en 80%).
Por todo ello Línea III, opinan los especialistas, es el mejor vehículo en México para llevar vivienda de interés social con calidad al trabajador. “Es algo que se está replicando de manera exitosa en todo el territorio nacional y está creciendo de manera orgánica”.
Genera además una derrama económica que beneficia a cientos de personas. Un ejemplo de ello es el desarrollo de vivienda social Jerusalén Residencial, ubicado en Umán, Yucatán, tan sólo en ese proyecto de vivienda, la constructora Sucovisa emplea a 500 trabajadores que construyen vivienda que impactará positivamente la vida de 4,000 personas.
Un motor económico
A nivel nacional, se estima que si el Infonavit otorgara 100,000 créditos de vivienda, principalmente a través de Línea III, se generaría una derrama económica en 5 años de 600,000 millones de pesos, lo que se traduciría en 2 millones de empleos nuevos, de acuerdo con datos del Actuario y empresario Emmanuel Jiménez Barrera.
Pablo Elizondo, director general del Instituto Municipal de Vivienda de León Guanajuato (IMUVI), dice estar convencido de que Línea III es una gran alternativa. “El tema es que el desarrollador siempre está sufriendo por el recurso para poder construir. Línea III permite que el desarrollador reciba crédito anticipado para poder construir y capte a los beneficiarios que necesitan vivienda para que, a su vez, reciban el crédito”.
Víctor Rosales, presidente de Yavo Capital, detalla que con Línea III, el Infonavit otorga el 100% del crédito para el financiamiento del proyecto para el desarrollo de vivienda, y que los recursos se entregan al desarrollador mediante ministraciones, de acuerdo con el avance de la obra, en un plazo máximo de construcción del proyecto de 6 meses.
“Nosotros ofrecemos asesoría y capacitación sobre las mejores prácticas de Línea III y cómo opera, además ofrecemos financiamiento adelantado. Somos la única financiera que adelante recursos al desarrollador. Con capital propio de Yavo, les otorgamos un préstamo para que el desarrollador pueda iniciar sus trabajos preoperativos. Somos además la única entidad financiera que cuenta con financiamiento para compra de tierra, lo que permite hacer una proyección de los proyectos y no parar”, explica Víctor Rosales.
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