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Kellogg combate el hambre en México

Miguel Pallares

En México, cerca de 30 millones de personas sufren de hambre y este reto puede agravarse con el crecimiento demográfico en los próximos años, por lo que es necesario reforzar los esfuerzos a favor de la seguridad alimentaria, dijo Roberto Vázquez, director de asuntos corporativos de Kellogg para América Latina.

“El desafío que tiene nuestra civilización hacia delante es enorme. Nosotros estamos comprometidos para que esto evolucione de manera favorable y cada vez haya menos gente con hambre en el mundo”, señaló el directivo en entrevista con Ideas de Negocios El Podcast.

En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemoró el pasado 16 de octubre, Vázquez detalló que a nivel mundial 700 millones de personas sufren de hambre y en diez años esta cifra podría aumentar hasta llegar a 800 millones de personas, de acuerdo con cifras de la Food and Agriculture Organization (FAO).

“Tenemos que tomar cartas en el asunto; todos podemos aportar algo para que este problema se haga cada vez más pequeño. En el Día Mundial de la Alimentación no creo que haya nada qué celebrar, lo que tenemos que hacer es ocuparnos”, añadió.

América Latina y el Caribe representan el 6 por ciento de los desperdicios en el mundo, mientras que en México, un tercio de los alimentos que se producen en se tiran a la basura, cifra equivalente a perder 38 toneladas de alimentos por minuto, precisó.

“Se desperdician alimentos desde la cosecha hasta llegar al consumidor. Es inaudito que habiendo hambre se tire la comida. Es inaceptable para quien se hace llamar un buen ciudadano, que busca y piensa en el bienestar de su comunidad”, mencionó.

La estrategia de Kellogg frente al problema de seguridad alimentaria es contribuir a la creación de una cultura de cuidado de los insumos, además de generar alianzas y colaboraciones con organizaciones como los Bancos de Alimentos y el Centro International de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

“Trabajamos desde hace varios años colaborando con instituciones con enfoques específicos de apoyo comunitario en muchos países. Nos interesa acercar la posibilidad de un buen alimento cada vez a más personas en el mundo. Nos hemos propuesto llegar a 3,000 millones de personas para 2030”, agregó.

El director comentó que es crítico avanzar en estas propuestas para ayudar al bienestar de la población, la seguridad alimentaria y la resiliencia climática; haciendo énfasis en la última con el fin de producir alimentos de calidad con técnicas amigables con el ambiente.

“Probablemente no sea suficiente, pero Kellogg está comprometido a aportar lo que esté de nuestra parte. Lo que es fundamental es garantizar modalidades de consumo y producción de alimentos que sean sostenibles, adecuadas, que cuiden los recursos y que favorezcan a la población” recalcó.

Al hablar de los retos futuros, Roberto Vázquez adelantó que la empresa intensificará sus proyectos en torno a reducir el hambre a escala global y en la región, donde han aportado 11 millones de porciones de alimentos a 28 mil familias de Latinoamérica.

“El desafío que tiene nuestra civilización hacia delante es enorme, pero nosotros estamos comprometidos con aportar para que esto evolucione de manera favorable y cada vez haya menos gente con hambre en el mundo”, apuntó.

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