
La pandemia de COVID-19 ha evidenciado la necesidad de contar con un sistema de salud robusto y apoyado en las tecnologías como palanca clave para compartir información. En el Libro Blanco de Interoperabilidad en Salud publicado por Minsait, una compañía de Indra, se destaca a la interoperabilidad como una necesidad para afrontar y superar los retos que en esta materia aquejan a México, como son el acceso universal a servicios de salud, la prevención, detección y tratamiento de enfermedades crónicas y degenerativas.
El documento reúne las evaluaciones a los sectores de salud de ocho países de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay) en materia de interoperabilidad y su desempeño en el tratamiento de la pandemia por COVID-19.
Entre los hallazgos más destacados del estudio para el sector salud de México están:
- México cuenta con un sistema de salud segmentado y fragmentado con multiplicidad de sistemas; sin embargo, existe un gran potencial para la implementación de sistemas digitales e interoperables
Algunos beneficios de la digitalización para pacientes, cuidadores, profesionales y, en general, organizaciones de la salud son:
- Redes de salud que ayudan a las personas a encontrar nuevos tratamientos, conectarse con otros y tomar medidas para mejorar sus resultados.
- Telemedicina remota: Diagnóstico y tratamiento remoto de pacientes que utilizan videoconferencias vía dispositivos móviles o portales web.
- Wearables: s Herramienta de control preventivo de los ciudadanos a través de dispositivos electrónicos que permite predecir escenarios y actuar para evitar complicaciones médicas.
- Robotización: Máquinas programadas que prestan atención en el hogar 24 horas, especialmente a mayores y discapacitados.
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