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La fórmula que ha mantenido a Kellogg más de 100 años en el mercado

IMG_0409Hace más de 100 años, el empresario W. K. Kellogg detectó una oportunidad para aportar valor al tema de la nutrición en los alimentos, y de hacer empresa. Hoy, sus productos son consumidos en más de 180 países, y generan ventas superiores a los 13 mil millones de dólares.

“Nuestro compromiso con la nutrición, es un legado que hemos construido como compañía; tenemos una larga historia y como empresa constantemente innovamos y estamos a la vanguardia en la actualización de nuestras fórmulas”, dijo Alberto Raich, vicepresidente y gerente general en Kellogg Latinoamérica.

Kellogg Company fue fundada en 1906 y fue la primera empresa de alimentos que contrató a un nutriólogo y también de las primeras en fortificar sus productos.  Su visión no sólo fue entregar un cereal agradable para el consumidor, sino adicionarlo y fortificarlo con nutrientes a través de una base científica, meta que se mantiene hasta ahora.

“Permanentemente revisamos nuestros productos para cubrir las necesidades de nutrientes y micronutrientes de los consumidores”, explicó el directivo.

En México, Kellogg, además de analizar las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición realizadas por la Secretaría de Salud, cuenta con estudios propios, los cuales ayudan a determinar las realidades del país desde el punto de vista de los beneficios de la nutrición y nutrientes.

Así, con base en la información científica se identifican las deficiencias nutrimentales de la población, lo cual contribuye a tomar decisiones estratégicas para entender de mejor forma las demandas de los consumidores y determinar componentes para apoyarlos en sus requerimientos.

“Con más de 100 años de experiencia en la materia, creemos que Kellogg es un referente en la industria, porque no es algo espontáneo, es un trabajo serio, formal, donde nos ocupamos por elaborar alimentos deliciosos que suman nutrientes adicionales para atender necesidades de nuestros consumidores”, agregó Raich.

Kellogg cuenta con cuatro plantas de producción en México y cerca de 4 mil colaboradores. Entre sus estrategias en el país, se encuentran el reconocimiento de las deficiencias nutrimentales, determinar sus objetivos en cada una de sus marcas y con ello buscar ser parte de la solución, con sus productos.

“En la última década hemos hecho un trabajo muy fuerte en cómo adicionamos nutrimentos  nuevos en nuestros cereales, que permitan ayudar a corregir deficiencias que están identificadas como emergentes en algunos países de América Latina”, dice el encargado de categorías de desayuno y snacks, marketing e innovación para Kellogg Latinoamérica.

Con un incremento en ingresos mundiales de 5.3% en 2018, 33 mil empleados a escala global y nueve plantas en Latinoamérica, Kellogg tiene en México el Instituto de Nutrición y Salud Kellogg (INSK), donde ha financiado más de 30 proyectos de investigación, con recursos por más de 10 millones de pesos en un periodo de 10 años.

“El Instituto recibe cientos de proyectos todos los años, tenemos una metodología muy estricta y es una comunidad de especialistas en nutrición”, detalló Raich.

Nuevas vitaminas, menos azúcar

En los últimos cinco años, Kellogg ha trabajado de manera ardua en adicionar nutrimentos nuevos a sus productos, dice el directivo. Fibras, vitaminas, hierro, son ingredientes que forman parte de la fortificación de sus cereales, barras y demás alimentos.

Actualmente el 95% de los cereales Kellogg cumple con las normas para ser consumidos por personas vegetarianas y el 32% de su portafolio puede ser consumido por veganos; casi el 80% de los cereales de la empresa tienen menos porción de azúcar a lo establecido en la regulación, que son 9 gramos de azúcar o menos por porción.

La reducción de grasas trans y fórmulas mejoradas han sido otro rostro de la empresa pionera en el desarrollo de alimentos con nutrientes.

“En los últimos cinco años hemos lanzado más de 50 productos que incluyen ingredientes diferentes como pueden ser frutas, nueces, ampliación del espectro de granos (trigo, maíz, avena) y ahora vemos un trabajo con el amaranto, la quinoa que están siendo sumamente relevantes para el consumidor y quieren verlos presentes en su dieta”, precisó Raich.

Kellogg ha reforzado el tema de vitaminas y antioxidantes dependiendo de las marcas, ya que se adaptan los productos con base en las necesidades de la población, así como acorde a la visión de cada marca.

“Es importante reconocer que se van retirando otros elementos de las fórmulas en la medida que se optimiza”, indicó.

El producto de Kellogg hecho en México se exporta a distintas regiones como Norteamérica (Estados Unidos), Latinoamérica y Centroamérica. Así, las operaciones de la empresa en todo el territorio mexicano abastecen a distintos mercados del extranjero, donde el cumplimiento de las normas es un factor clave, destacó Alberto Raich.

Actualmente, la compañía impulsa fuertemente la siembra local de granos, particularmente maíz y trigo, y con tendencia a que ocurra cada vez más de forma sustentable, para apoyar al agricultor, generar una mejor calidad de vida entre sus familias e impulsar el desarrollo de sus comunidades, al tiempo que se abastece crecientemente de materias primas de inmejorable calidad, aseguró el directivo.

“Cada una de nuestras marcas viene con un sello de calidad, tenemos un método de preparación en el que cada hojuela viene de un grano de maíz, es un proceso de elaboración sencillo, donde lo recibimos del molino y hasta que se genera la hojuela que llega a la mesa de los mexicanos”, resaltó el directivo.

Para cumplir con los estándares de calidad en nuestros productos, “nos regimos por cada uno de los entes regulatorios en el país y adicionalmente vamos con la academia y con los consumidores, entendemos las necesidades, las deficiencias de nutrimentos existentes en la población y cómo podemos ayudar a solventarlas.

De esta forma, construimos nuestras fórmulas, enfocadas desde un niño, adolescentes o personas en edad avanzada, atendiendo perfiles que requieren desde ácido fólico, proteína u otros”, abundó Raich.

La revisión constante de productos, con el fin de cubrir las necesidades de fortificación de nutrientes, para estar en línea con las tendencias a nivel de nutrición y el trabajo con la comunidad científica, han estado presentes en la compañía a lo largo de más un siglo, puntualizó el directivo.

El primer Corn Flakes de Kellogg salió a la venta hace más de 100 años y hoy este negocio se extiende en más de 180 países. Hoy cuenta con un portafolio de productos sumamente amplio, que atiende gustos y necesidades de la población de forma diversa.IMG_0409.jpg

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