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Los cinco principios de la resiliencia empresarial

Por Julio César Briseño Cruz, CEO de Cénit, consultoría empresarial y banca de desarrollo.

Covid-19 lega importantes enseñanzas de sobrevivencia empresarial. ¿Cuáles son las cinco características de las exitosas empresas que sobrevivieron a la recesión? A nivel mundial los factores comunes son cinco:

1. Establecer un propósito común y comunicaciones claras

Tener una misión común clara y simple, aplicable a toda la empresa es el primer factor. Esto permite involucrar y motivar a los empleados y priorizar las demandas del mercado. Explicar las decisiones y compartir una evaluación realista también es fundamental. La comunicación clara y transparente permite enfocarse y mantener certidumbre en medio del caos y la ambivalencia de una crisis.

2. Conformar estructuras ágiles de acción y toma de decisiones.

Es conveniente tener nuevos foros y estructuras o reutilizar las existentes, para tomar decisiones rápidas y reasignar recursos rápidamente. Esto permite acelerar los ciclos de respuesta al mercado a días en lugar de meses, cortar la burocracia habitual y reasignar personal y recursos.

También es común que las empresas resilientes tomen pequeñas decisiones como parte de ciclos rápidos, las prueben rápidamente en la práctica y las ajustan según sea necesario para la siguiente iteración. Esto significa que no buscan decisiones de consenso, sino que priorizan a aquellos que tienen la mayor experiencia en el tema en cuestión.

3. Crear redes locales.

Conformar equipos y garantizar una clara rendición de cuentas. Durante la pandemia las unidades de negocio locales se convirtieron en el foco de atención para muchas organizaciones, con una clara responsabilidad frente al equipo central. Gracias a ellos, centrados en las actividades diarias, los directivos lograron enfocarse en la estrategia general de negocio.

Incluso, varias organizaciones redujeron sus barreras jerárquicas. Se estableció una sienergia entre el alto liderazgo con el operativo. Para ello, la administración tradicional se cambia por una red de equipos flexible y escalable.

Vale remarcar, finalmente, que las organizaciones planas son las más flexibles y adaptables a diversos cambios.

4. Desarrollar una cultura de empoderamiento y emprededurismo.

Empoderar a los empleados de primera línea y crear una cultura flexible que ayude a dar rienda suelta a su impulso empresarial es un factor crucial de resiliencia empresarial. A

Al alentar al personal a buscar oportunidades logra marcar una diferencia positiva en el negocio. Esta flexibilidad y confianza en su gente da lugar a nuevos proyectos.

Así, las organizaciones deben empoderar a sus empleados de primera línea que tienen información de primera mano más relevante y mejores ideas sobre las necesidades de los clientes. 

5. Proporcionar la tecnología necesaria.

Para permitir que muchos empleados trabajen desde casa durante la crisis COVID-19, varias organizaciones aseguraron rápidamente el acceso a la tecnología de trabajo remoto, como computadoras portátiles y cámaras web. Es conveniente pasar a un modelo en el que la tecnología es clave para cada interacción, y una serie de herramientas se convierten rápidamente en parte de la vida laboral ordinaria.

Las organizaciones deben considerando qué nuevas tecnologías quieren integrar en sus formas de trabajo en curso. Recomendamos que vayan más allá de esa consideración. Las organizaciones ágiles piensan que la tecnología no es una capacidad de apoyo, sino que se integra perfectamente con todos los aspectos de la organización y se encuentran en el núcleo de todos los aspectos de la empresa.

Sobrevivir a la peor crisis económica y de salud de los últimos 100 años nos permite adoptar sistemas que nos blinden para próximas crisis.

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