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¿Cuáles opciones de crédito tienes?

Por Julio César Briseño Cruz, Director de Cénit Consultoría, banca de desarrollo |

El 45% de las pymes mexicanas buscas autofinanciarse con recursos propios o a través de préstamos de amigos y familiares. La segunda opción es recurrir a alguno de los 50 bancos comerciales y menos del 5% optan por una solución Fintech.

Sin embargo,  tramitar un crédito simple,  factoraje, revolvente o nómina sin ir al banco con solo hacer clic desde el celular o PC  es una tendencia ascendente desde hace tres años. Incluso, es una “moda” que llegó para quedarse en la nueva normalidad, aunque el CAT en estas soluciones a veces es muy alto.

Ante esto, conviene generar un proceso de tres pasos antes de solicitar un crédito.

1. Investigar la capacidad de crédito. Si el pago rebasa más del 30% del ingreso no conviene obtener un crédito adicional, pero si es posible sustituir pasivos.

2.- Comparar opciones mediante un tabulador de intereses e indagar monto del CAT. CONDUSEF es una fuente confiable para generar información comparativa.

3.- Revisar si el Fintech está registrada en Asociación de Plataformas de Fondeo Compartido (AFICO).

Conviene también contar con dos herramientas esenciales para la obtención del crédito: un buen historial en el Buró de Crédito y la clave CIEC o clave de identificación electrónica confidencial es una clave de acceso que está formada por tu RFC y una contraseña de tu elección. Esta te da acceso a diferentes aplicaciones y servicios del SAT. Cuando entras al portal del Sistema de Administración Tributaria tendrás que ingresarlo para poder realizar cualquier cambio, aclaración o trámite.

Conviene además evaluar otras opciones de crédito. Entre las más populares del llamado crédito fácil están éstas:

1. Crédito pre-aprobado. Este es un producto ofrecido por los bancos para personas físicas de forma espontánea, aunque el cliente no lo haya solicitado. En general, para tener acceso es preciso tener una buena relación con el banco, un buen nivel de ingresos y un histórico de buen pagador.

Para quien se acomoda a esta situación, el crédito está disponible en la cuenta corriente, con un límite fijo, que puede pagarse en cuotas y con una tasa de interés también pre-determinada. Usualmente, el crédito depende sólo de la aprobación del cliente, y se obtiene por internet, cajero electrónico o teléfono.

Es una buena opción para quien necesita líneas de crédito de pequeños valores.

2. Retirar con la tarjeta de crédito

Es una opción disponible por diversas operadoras y usualmente para todos los clientes que poseen tarjeta. En general, el límite para el retiro está vinculado al perfil del cliente. La ventaja es que las tasas de intereses acostumbran a ser más bajas en comparación a otros tipos de opciones financieras disponibles para los clientes del banco, como cheque especial y crédito rotativo. Por otra parte, existe la ventaja de las condiciones de financiación fija y no susceptible a cambios como en el crédito rotativo, por ejemplo.

Sin embargo, este sistema genera intereses superiores en comparación con otros tipos de crédito.

3. Embargo de bienes

Aquí el crédito a disposición depende del cambio de un bien avaluado por el mismo monto del dinero prestado. La institución financiera o tienda de empeño es responsable por evaluar el bien. La gran ventaja es que el cliente consigue el crédito sin burocracia y sin necesidad de comprobar ingresos. Por otro lado, el valor designado para su objeto nunca será lo que este vale y, si la deuda no se paga, perderá el bien.

Esta es una opción indicada para quien tiene objetos de alto valor a disposición y necesita pagar una deuda de corto plazo.

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